Circulan entre la comunidad escolar y sus alrededores un número considerable de tópicos acerca del fracaso escolar. Casi todas las opiniones acerca del fracaso escolar coinciden en señalar lo vergonzoso de la situación en España.
A mi entender creo que en las reflexiones sobre las altas cifras de fracaso escolar se deja de un lado la ética. El problema reside en que parece que muy pocos consideran malo el fracaso escolar en sí, ya que si el sistema educativo es una herramienta al servicio de un modelo social (presuntamente meritocrático), tiene que servir para clasificar a los alumnos. Y dicha clasificación debe tener sus fracasados y sus triunfadores con todos los términos intermedios y matices que queramos señalar. Encontramos documentos oficiales donde se señalan los retos de lograr un número de fracasados acorde a las necesidades de la economía del futuro.
Estudios internacionales indican que en las sociedades desarrolladas, 1er. mundo, en el horizonte de los años 2020-2025, sólo el 15% de los empleos serán para personas sin ninguna cualificación. Es decir, en los niveles de nuestro sistema educativo, será necesario que el 85% tenga una formación equivalente a la formación profesional de grado medio, superior o bachillerato.
No hace falta ser muy "listo" para deducir que según parece la sociedad futura necesitará un 15% de la población "desarrollada" que ostente el humillante honor de engrosar las filas de los fracasados escolares. No sería raro que estas previsiones fallaran, como ocurre tan a menudo. Entonces las nuevas generaciones deberían rezar para que la economía futura no necesite de un 30% o un 50% o un 75% de fracasados escolares para los que denominan "empleos sin cualificar". Siempre quedaría la posibilidad de que los "no fracasados" ocupen los puestos para personas sin ninguna cualificación o lo que la gente sencilla llama trabajo de mierda.
Dado que la economía no está al servicio de las personas sino que las personas están al servicio de la economía, como viene quedando patente, los trabajadores de la enseñanza estaremos contribuyendo a construir una sociedad desarrollada si tenemos para ese anhelado año 2020 un 15% de fracasados. Recordad que si por su buena labor un grupo de trabajadores de la enseñanza y un grupo de alumnos consiguieran resultados positivos año tras año sin dejar atrás a nadie, entonces tendrán todo el rechazo social por no contribuir a la sociedad desarrollada del 15% de fracasados (academicamente hablando).
A lo mejor el fracaso escolar no es un error del sistema como algunos creen, sino una necesidad de la sociedad capitalista. Los desajustes del sistema suponen una inadecuación de las cifras del fracaso escolar a ciertas necesidades socioeconómicas, no la existencia del mismo
¿Vosotr@s que opináis?
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